MEMORIAS DEL PRIMER CONVERSATORIO DE PSICOLOGÍA
¿QUÉ ES LO PSICOSOCIAL?
El pasado sábado 25 de septiembre de 2010, un grupo de veinticuatro estudiantes del programa de psicología de la UNAD –CEAD–Turbo, se reunieron para realizar el primer conversatorio de psicología con el propósito de responder a una pregunta orientadora: ¿Qué es lo psicosocial para las y los estudiantes del programa de psicología de la UNAD –CEAD- Turbo?
El conversatorio de dos horas se desarrolló en tres momentos: En el primero se pusieron a consideración algunos apartes del pensamiento de la Dra. Bertha Lucía Castaño, a propósito de su abordaje al tema de lo psicosocial. En el segundo momento citamos algunos planteamientos de Paulo Freire, a propósito de la dimensión política que debe lograr la educación contemporánea. De igual manera se citó el pensamiento del psicólogo Ignacio Martín Baró, a propósito del deber ser y hacer de la psicología en el siglo XXI. Y, en el tercer momento, se planteó una pregunta generadora de opiniones personales: ¿Qué entendemos las y los estudiantes de psicología de la UNAD –CEAD-Turbo por intervención psicosocial en el contexto comunitario, familiar, educativo, organizacional y jurídico?
Durante el transcurso del ejercicio participativo, deliberativo y reflexivo, surgieron varios temas que ayudan a responder varias preguntas tales como: ¿Cómo debe hacerse o empezarse la intervención psicosocial en una comunidad? ¿Qué debe considerarse al momento de hacer una intervención psicosocial? y, ¿Cuál sería el rol de las y los psicólogos en un proceso de intervención psicosocial?
APORTES ARGUMENTATIVOS DESDE EL SABER DE LAS Y LOS ESTUDIANTES
La intervención psicosocial debe dedicarse y hacerse a partir de una previa exploración diagnóstica, indagación e identificación de las problemáticas y necesidades relevantes para las comunidades. Deben ser las comunidades quienes expresen sus necesidades y quienes estén en actitud de apertura a la búsqueda de una solución y, dispuestas a iniciar trabajos colectivos en pro de transformar la situación problemática por la que estén atravezando en el momento.
Por otra parte hay quienes piensan que no necesario que las comunidades expresen explícitamente sus necesidades, puesto que la transformación y solución de éstas, constituye también una construcción conjunta a través de la cual diversos agentes sociales externos pueden llegar a cooperar en la búsqueda de transformaciones y soluciones posibles.
En el caso de la región de Urabá y en nuestro país colombiano existen comunidades donde es difícil ingresar a pesar de que están endógenamente abiertas y en espera de una intervención externa, como es el caso de comunidades donde hay violación de los derechos humanos pero que la autonomía de las mismas regula el ingreso de agentes sociales externos que puedan ayudar. Y en estos casos los diferentes sectores sociales, institucionales, académicos, movimientos y actores sociales tienen la responsabilidad de “incidir políticamente” acudiendo a diferentes instancias, con el propósito de regular las situaciones que están generando riesgo, tensión o conflicto.
Esta búsqueda de regulación del malestar psico-social, -en su intencionalidad- debe darse en el contexto del reconocimiento de los diferentes actores sociales en un ambiente y actitud de escucha responsable, respeto, confianza y mucho tacto. Las comunidades responden a la interlocución, dependiendo de la forma y la intencionalidad con la que las y los agentes sociales ingresen a ellas.
En el caso de la región de Urabá y en nuestro país colombiano existen comunidades donde es difícil ingresar a pesar de que están endógenamente abiertas y en espera de una intervención externa, como es el caso de comunidades donde hay violación de los derechos humanos pero que la autonomía de las mismas regula el ingreso de agentes sociales externos que puedan ayudar. Y en estos casos los diferentes sectores sociales, institucionales, académicos, movimientos y actores sociales tienen la responsabilidad de “incidir políticamente” acudiendo a diferentes instancias, con el propósito de regular las situaciones que están generando riesgo, tensión o conflicto.
Esta búsqueda de regulación del malestar psico-social, -en su intencionalidad- debe darse en el contexto del reconocimiento de los diferentes actores sociales en un ambiente y actitud de escucha responsable, respeto, confianza y mucho tacto. Las comunidades responden a la interlocución, dependiendo de la forma y la intencionalidad con la que las y los agentes sociales ingresen a ellas.
Por otra parte, se debe considerar que una cosa es hacer intervención psicosocial cuando la comunidad lo ha solicitado con antelación y, lleva adelantado un proceso y otra cosa es pretender hacer intervención psicosocial cuando no se ha solicitado o abruptamente se presenta una crisis y se determina que ésta se debe intervenir ofensivamente con el uso de la fuerza pública -se citó el caso de la comuna 13 en la ciudad de Medellín.
Por otra parte; si el abordaje de lo psicosocial nos introduce al análisis de las condiciones sociopolíticas y económicas de una comunidad específica, es consecuente que la intervención psicosocial se encuentra estrechamente vinculada con situaciones conflictivas que tienen profundas connotaciones políticas.
Por otra parte; si el abordaje de lo psicosocial nos introduce al análisis de las condiciones sociopolíticas y económicas de una comunidad específica, es consecuente que la intervención psicosocial se encuentra estrechamente vinculada con situaciones conflictivas que tienen profundas connotaciones políticas.
Siendo así las cosas, la psicología, las y los psicólogos deben entregarse a la labor de ayudar a las comunidades a “clarificar sus conciencias”, para que se asocien, se movilicen y se organicen en el propósito de transformar sus diferentes problemáticas en potencialidades comunitarias.
Las y los psicólogos unadistas frente al compromiso que tienen las comunidades en transformar sus entornos de conflicto en escenarios de interacción dignos y dignificantes, centrarán sus esfuerzo en lograr que las comunidades desarrollen poco a poco -a partir del afrontamiento crítico de su cotidianidad- el poder para que logren autonomía, criticidad y libertad, a partir de la potenciación del mínimo de poder que pueda existir al interior de una comunidad específica.
En aras de empezar a materializar parte de estos propósitos en el contexto regional y local, la lideresa de la Escuela de Ciencias Sociales Artes y Humanidades de la UNAD - CEAD Turbo, Dra. Nancy Mejía Gallego –psicóloga-, hizo alusión acerca de la necesidad de que en la región de Urabá exista una agremiación de psicólogas y psicólogos con énfasis en lo social y lo comunitario; que estén en capacidad de hacer la intervención y el acompañamiento psicosocial.
Finalmente, por falta de tiempo no se alcanzó a desarrollar el tercer momento del conversatorio. Se trabajará en el próximo encuentro.
Durante el conversatorio se identificaron dos temas a trabajar prospectivamente:
1. “Lo político y la política como eje transversal al trabajo de atención e intervención psicosocial”,
2. “El aporte de las escuelas psicológicas contemporáneas en la minimización de las problemáticas cruciales de las mayorías en situación de vulnerabilidad psicosocial.
Conclusión: Lo psicosocial se encuentra ampliamente transversalizado por la política. La psicología, las y los psicólogos no necesariamente tienen que estar adscritos a un partido político para ayudar a lograr que las y los individuos que hacen parte de una comunidad actúen en consecuencia de ser sujetos políticos. /José.
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