El rol del psicólogo en la psicología social
Este conversatorio se referenció en los aportes teóricos de la Lic. Gladys Adamson, a propósito de sus planteamientos con respecto al rol del psicólogo a final y principios de milenio. En los últimos fines de milenio se propician expectativas catastróficas, desesperanzadoras y la vez las más esperanzadas.
Compartimos con la Lic. Gladys de que cada vez más el estado se sitúa interviniendo como responsable último, como dinamizador del tejido social y de sus instituciones; más interesado en potencializar los recursos de la comunidad que en suplir él mismo todas sus carencias.
Ésta situación la podemos constatar en la práctica subsidiaria a la cual ha llegado el estado colombiano que todo lo está intentando solucionar con dinero: El desplazamiento, el conflicto armado, los desastres naturales, la violación de los derechos humanos por parte de la fuerza pública, el desfalco fiscal por causa de la corrupción, ente otros. El estado colombiano llegará a un punto que le tocará declararse insubsistente económicamente y el modelo del Estado Benefactor será insostenible desde cualquier perspectiva.
Con base en los recientes desplazamientos y grandes pérdidas que ha generado la ola invernal en todo el territorio nacional nos preguntamos: ¿Cómo hace el gobierno nacional para comprometerse casi a diario a reconstruir en poco tiempo poblaciones enteras como el caso del municipio de Gramalote en el departamento de Santander?, por citar simplemente un solo ejemplo. ¿Acaso hay tanto dinero para resolver cuanto problema resulte? El asunto es que esto no está aconteciendo únicamente en Colombia sino en muchas partes del mundo.
Esta situación de crisis a nivel mundial, hace que se esté creando un nuevo vínculo y nuevas formas de interrelación entre el Estado y las Organizaciones de la comunidad. Y, en razón de lo anterior; el accionar de las diferentes organizaciones sociales apunta a la necesidad de centrar sus esfuerzos en diagnosticar, planificar e implementar estrategias de afrontamiento y transformación social y comunitaria de los diferentes problemas que nos agobian.
“En lo que a nosotros nos atañe como futuros profesionales de la psicología diríamos que la psicología y los psicólogos hemos estado al margen de los problemas reales de la gente. No nos estamos involucrando ni ocupando de los asuntos para los cuales salimos formados desde la universidad. “Las y los psicólogos con ligereza decimos que estudiamos psicología porque siempre nos ha gustado ayudar a la gente, a los más necesitados, que nos preocupan la situación de enfermedad mental de quien la padece, pero a la hora de demostrarlo vemos que no es así.” La mayoría de las y los psicólogos de hoy estamos al servicio de la psicología y no de la gente, estamos al servicio de los intereses del capital y de la empresa privada, por citar un ejemplo la atención y la rehabilitación en materia de salud mental en los centros de salud colombianos es sólo para quienes pueden pagar.
Cuando vimos por la televisión la catástrofe en el municipio de Gramalote, vimos allí a la policía, el ejército nacional, la cruz roja, la defensa civil, el cuerpo de bomberos voluntarios, la iglesia católica, a las y los líderes comunitarios, entre otros, pero no pudimos ver por ningún lado la movilización, la solidaridad y el acompañamiento psicosocial voluntario del gremio de las y los psicólogos.
Pareciera que en estos tiempos de incertidumbre la psicología en su ejercicio profesional careciera de responsabilidad social. No hacemos nada por las y los demás si no nos garantizan la paga a través de un contrato.
Poco después de la catástrofe en Gramalote y después de haber ocurrido el primer evento de suicidio, cuando los medios –El Espectador- le preguntaron a la alcaldesa encargada de cómo tenían pensado hacer la atención psicológica a la comunidad ésta contestó que en el momento sólo contaban con una psicóloga y que estaban haciendo la solicitud al I.C.B.F., para que les ayudara con otras tres profesionales más. Con lo que aconteció en este pueblo podemos inferir que la mayoría de los municipios colombianos no están preparados ni siquiera para hacer la prevención y atención primaria en salud mental de sus comunidades, luego de ocurrir una catástrofe de magnitud colectiva. Y, me atrevería a afirmar -al menos en el caso de la región de Urabá-, que no es por falta de profesionales en psicología, porque hay muchos incluso desempleados. Hace falta invertir y pensar más en el bienestar de las comunidades y esta debe ser una exigencia del gobierno y las entidades de control sanitario desde el momento en que los aspirantes a la administración pública presentan su plan de desarrollo municipal en busca del aval gubernamental.
Es incalculable lo que hay por hacer desde la psicología. Se debe trabajar con abordajes psicosociales interdisciplinarios, con el fin de que las comunidades se organicen, que potencialicen los mínimos recursos con los que cuentan y que construyan autonomía organizacional para salir adelante.
Estos tiempos de incertidumbre planetaria le exigen a la psicología y a las y los psicólogos salir de los consultorios privados con aire acondicionado y abandonar la intervención individual donde el cliente y el terapeuta están separados por un lujoso escritorio. Hoy, las comunidades devastadas y abatidas por múltiples eventos generadores de disfuncionalidad mental reclaman el acompañamiento de psicólogas y psicólogos solidarios, más humanos, más cercanos, psicólogos con vocación para democratizar la psicología, psicólogas y psicólogos con más responsabilidad social y política, porque a la gente común y corriente también se le puede formar y capacitar para que hagan atención primaria en salud mental y puedan ayudarse los unos a los otros. Las comunidades necesitan el acompañamiento psicosocial de una psicología más participativa, incluyente y de trabajo en red.”[1]
Uno de los participantes al conversatorio nos compartió que hace poco un amigo suyo, graduado como psicólogo clínico en una de las universidades más reconocidas en el departamento de Antioquia le comentó que parte de su trabajo de grado consistió en explorar en la zona de Urabá qué ofertas laborales existían potencialmente para las y los psicólogos con formación en clínica y, logró identificar que el mayor número de demandas apuntaban a ocupar a las y los psicólogos con formación psicosocial -aclaro que la atención psicosocial involucra también la atención clínica y psiquiátrica individual en caso de que se requiera.
Si la disfuncionalidad mental surge en el seno de la dinámica interactiva de las colectividades; es desde ésta misma dinámica interactiva que se debe hacer el acompañamiento, la promoción, la prevención, la intervención y la rehabilitación de las comunidades o las y los individuos.
Si la disfuncionalidad mental surge en el seno de la dinámica interactiva de las colectividades; es desde ésta misma dinámica interactiva que se debe hacer el acompañamiento, la promoción, la prevención, la intervención y la rehabilitación de las comunidades o las y los individuos.
Para terminar se argumentó que la pertinencia del trabajo en red se sustenta en la necesidad de democratizar y humanizar la psicología, de dedicarnos a trabajar colectivamente y con transparencia, de tal manera que las poblaciones más carenciadas tenga la información y la formación necesaria para que se organicen autónomamente y con actitudes resilientes logren restablecer su equilibro psico-emocional y social. En parte de esta labor queda comprometida la Red Social de Psicología de Urabá –RSPSI-, para que elabore un Plan Operativo Anual a partir del 2012, con el objeto de que empiece bajo el principio de la solidaridad y la responsabilidad social a prestar sus servicios de acompañamiento psicosocial en las principales entidades territoriales de la región de Urabá.
Se habló de unas necesidades en materia de salud pública y morbi-mortalidad que son prioridad empezar a atender desde la Red Social de Psicología:
1. Proyecto de vida y sentido de vida.
2. Superación del estrés post-traumático y traumatización mental.
2. Prevención de los eventos de ideación suicida y de suicidio.
3. Prevención de los eventos de celopatía y violencia contra la mujer y feminicidio.
4. Promoción de la creación de los Centros Atención Psico-social desde la Universidad.
5. Promoción de programas de formación y alistamiento en principios básicos de atención en salud mental -para que las comunidades cooperen en el afrontamiento de las catástrofes naturales y el conflicto armado, entre otros-.
6. Programas orientados al fortalecimiento y desarrollo del mínimo o del máximo de poder y potencialidades que puedan tener las comunidades en aras de su rehabilitación colectiva. Nos referimos a la labor de incidencia política que caracteriza el objeto de la psicología social y comunitaria.
6. Programas orientados al fortalecimiento y desarrollo del mínimo o del máximo de poder y potencialidades que puedan tener las comunidades en aras de su rehabilitación colectiva. Nos referimos a la labor de incidencia política que caracteriza el objeto de la psicología social y comunitaria.
INVITACIÓN: Ver el vídeo suicidio y política. Elespectador.com/municipio de Gramalote.
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Redacción y diseño:
José Gañan Bedoya - Psicólogo
23/05/2011 - 10:53 p.m.
José Gañan Bedoya - Psicólogo
23/05/2011 - 10:53 p.m.
[1] GAÑAN BEDOYA, José. Aportes personales en el XI Conversatorio de Psicología: El rol del psicólogo en la psicología social, UNAD CEAD Turbo, mayo de 2011.